Jan Sibbersen, el CEO de Sailfish que tiene un récord Kona
Por @matiasyukich
Hasta que la sexta fue la vencida. Fueron 5 las veces que el alemán Jan Sibbersen, de 44 años y fundador de la marca de trajes de neopren Sailfish, había intentado batir el récord de la etapa de natación en el Campeonato Mundial de IronMan de Kona. Para entrar en el libro de los récords de la clásica prueba de triatlón, debía superar los 46 minutos con 41 segundos que desde la edición de 1998 tenía el deportista Lars Jorgensen en los 3.8k que implica la primera de las tres disciplinas.
“Entre julio y agosto prácticamente no lo vimos en la oficina” diría una trabajadora de Sailfish sobre la meta que tenía Sibbersen en la edición 2018 del Ironman de Kona. Esto, porque dichos meses fueron los que tuvieron la mayor carga de entrenamiento para afrontar el mundial de la especialidad que año a año se lleva a cabo en octubre. Entrenamiento que, según el mismo Sibbersen, estuvo en un 90% enfocado en la natación, prueba donde ha mostrado su talento luego de dedicarse por largos años a nadar profesionalmente en piscinas. “Peso demasiado y me di cuenta que nunca ganaría en Kona, pero me propuse una meta donde sí podría ganar; anotar el récord de la natación”, diría el CEO de Sailfish.
Y fue precisamente ese talento y pasión para ir en busca del sueño, el que permitió que hace 2 años, el alemán Jan Sibbersen pudiera rebajar el récord de la etapa de natación en Kona. Los 3.8k los terminaría en 46 minutos y 29 segundos, mejorando en apenas 12 segundos la antigua marca. Jan de hecho, le sacó 1 minuto y 10 segundos al segundo lugar en la etapa de natación de aquella jornada, el elite Josh Amberger. En los últimos momentos de la etapa, a Jan se le veía agotado, complicándose al subir las escaleras, para, posteriormente, festejar por el logro e irse rápidamente a la transición número 1 y seguir con la competencia. Luego de 10h37.33, Sibbersen terminaría el mundial de Ironman de Kona 2018.
Lo logrado por el mandamás de Sailfish, quien usó el traje Rebel Pro, es meritorio por varios aspectos. En primer lugar, y como diría luego de finalizar la prueba, el registro lo anotó con 43 años, compitiendo con deportistas hasta 20 años más joven que él. Además, el alemán partió con los Age Group, abundando los puñetazos, patadas y golpes en el agua.
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