Cuando el clima no juega a favor
Por @matiasyukich
La fecha en que las organizaciones de los grandes eventos del mundo, como los maratones o las pruebas de la franquicia Ironman, eligen para su realización no es al azar. Principalmente buscan que el clima está a favor de los deportistas, evitando así el pleno verano o el invierno para descartar altas temperaturas o posibles lluvias. De esta forma, por ejemplo, el Maratón de Berlín se realiza recién comenzando el otoño, con los últimos vestigios del verano, teniendo, generalmente, un clima que ayuda a lograr grandes marcas. Sin ir más lejos, en la ciudad alemana está el actual récord del mundo de la distancia con 2h01.39 logrado el 2018 por el keniata Eliud Kipchoge. Pero hay excepciones al “clima ideal” en los eventos, donde tormentas u olas de calor han llevado a los participantes a buscar un plan B para terminar de la mejor forma el desafío.
El año 2011 el Ironman 70.3 de Pucón, que se realiza en la distancia de 1.9k de natación, 90k de ciclismo y 21k de trote, tuvo que suspender la prueba de natación de la competencia dado las marejadas que había en el Lago Villarrica producto del mal tiempo que azotó la ciudad los días previos. La organización decidió transformar la prueba en un duatlón, reemplazando la etapa de nado por 5k de trote. De esta manera, los competidores empezaron corriendo 5k para luego continuar con el curso normal de la prueba (90k de ciclismo y 21k de trote). Los triatletas que sacan ventaja en la natación vieron cómo su prueba fuerte tuvo que verse cancelada.
El año 2018 se realizó la segunda edición del Ironman de Mar del Plata. La competencia comprendía nadar 3.8k, pedalear 180k y correr 42k. Dada la alta temperatura que tenía el mar en la ciudad argentina, la organización decidió acortar la prueba acuática a 1.5k, viendo alteradas las estrategias de carrera de los deportistas.
En el maratón son múltiples los ejemplos de carreras que se han visto perjudicadas por la inclemencia del tiempo. El Maratón de Santiago desde el año 2009 siempre se ha realizado el primer domingo de abril salvo cuando cae Semana Santa y se mueve una semana. Según los organizadores, si se hace más tarde se puede ver afectado por lluvias o la contaminación atmosférica. El clima, generalmente, ha estado de la mano de los corredores salvo el año 2019 cuando, siguiendo la tradición, se festejó el primer domingo de abril siendo afectada la ciudad por una inusual ola de calor con temperaturas que superaron los 30 grados. A eso se sumó que el fin de semana de la carrera se cambiaba la hora pasando al horario de invierno, por lo que la partida a las 8:00 de la mañana implicaba tener luz y calor de las 9:00 de la hora antigua. El resultado fue la saturación de los puestos de primeros auxilios, agotamiento de servicios de hidratación y muchos atletas abandonando la prueba.
El año 2018 el Maratón de Boston en Estados Unidos se realizó bajo una tormenta con todos los ingredientes apropiados para impedir que los maratonistas lograran buenas marcas. Viento, frío y lluvia fueron protagonistas desde antes de la largada hasta finalizada la prueba. Corredores con cuadros de hipotermia y no desprendiéndose nunca de sus cortavientos y chaquetas pudo verse en la transmisión televisiva. La inusual carrera también se vio en los ganadores, dejando relegado a puestos secundarios a los atletas africanos triunfando la local Desiree Linden y el japonés Yuki Kawauchi.
Pero sin lugar a dudas que el caso más extremo de clima adverso se vivió en el Maratón de Venecia del año 2018 cuando los ríos subieron su caudal el día de la carrera, inundando la ciudad y teniendo los corredores que sortear, además de las dificultades de estar en los kilómetros finales y los puentes mecano, el agua que les llegaba sobre el tobillo. Muchos “botaron” la carrera y caminaron, pero otros seguían con la intención de lograr la marca que buscaban.
Y tú, ¿has tenido que buscar un plan B en alguna competencia por un clima adverso?
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