Sin duda alguna el entrenamiento de fuerza desde hace un tiempo se ha vuelto en un gran apoyo en deportes de resistencia. Su importancia en la prevención de lesiones y mejora en el rendimiento físico ha sido clave en la mejor de los tiempos en los deportistas desde hace más de 30 años.
En el caso de la natación, el rendimiento estará influenciado, aparte de por variables fisiológicas y psicológicas, por la cantidad de fuerza aplicada sobre el agua para desplazarse (además de hidrodinámica, fuerza de frenado que se puede generar por el cuerpo).
La dominada es sin duda uno de los ejercicios predilectos de los nadadores para desarrollar la fuerza, ya que existe una gran activación del dorsal ancho el cual es uno de los principales músculos involucrados en la acción del nado.
Pero, ¿Realmente hacer dominadas hará mejorar mis tiempos de natación? Según un estudio realizado por Pedro Valenzuela en asociación con J. Ignacio Pérez y Mikel Izquierdo y publicado en "Journal of Strength and Conditioning Research" nos podría dar una respuesta. En este se estudió se analizaron distintas variables biomecánicas de la dominada (como la velocidad y potencia) en 12 jóvenes nadadores de alto nivel (tiempo en 50m libres de 26.4 +- 1.4 segundos).
Fig. 1. La velocidad con la que se es capaz de realizar una dominada puede ser un indicador de rendimiento en nadadores de alto nivel.
Los resultados mostraron como tanto la velocidad, como la potencia de ejecución en una dominada realizada a máxima intensidad podían predecir de forma importante el rendimiento en los 50 m libres de estos nadadores. Sin embargo, el número de dominadas que los nadadores podían hacer hasta el fallo no se relacionó de forma significativa con el rendimiento. Hablando en simple, entre mas rápido puedes hacer una dominada mejor será tu tiempo en 50m libres. Y por el contrario, no te hará mejor nadador hacer más dominadas.
Como vemos, los beneficios de entrenar la fuerza en nadadores y/o triatletas son fundamentales a la hora de mejorar fuera del agua para luego traspasarlo al medio acuático. Entre ellos encontramos:
- Mejoras en la fuerza aplicada o útil en la brazada.
- Mismo coste energético para una mayor producción de trabajo.
- Mejoras del rendimiento máximo sin cambios en el VO2Máx.
No obstante, es necesario remarcar el importante rol que cumple la técnica en natación, de nada servirá la aplicación de una gran cantidad de fuerzas si éstas no se aplican en la dirección adecuada o si las fuerzas de frenado (dependientes de la posición del nadador, etc.) son excesivas. Por ello, el entrenamiento de la técnica debe primar sobre el entrenamiento de fuerza.
¿Y tú? ¿Ya incorporaste este ejercicio en tu rutina de ejercicios?
Por Jorge Orrego.
Head Coach Jot Training.
Magister en Alto Rendimiento Deportivo.
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