“Queda menos, falta poco, eres una mujer fuerte y valiente” esa frase me acompañó hasta la meta.
Había llegado el momento y era hora de ir rumbo a Nice, Francia. Iba por mi desafío del año, el Campeonato del Mundo 70.3. Nice, muy calurosa y húmeda estaba invadida de triatletas! Hacia donde mirara habían triatletas nadando, probando sus bicicletas atómicas y corriendo.
Miraba la famosa y temida Col de Vence. Los días previos pasaron rápidos, las horas se pasaron volando entre probar circuitos, retiro de kit, entrega de bicicleta y el reconocimiento de las transiciones. No me di cuenta cuando ya estaba encajonada con mi categoría 30-34.
Acostumbrada a ser una buena nadadora en Chile , aquí era una más. El biotipo de cada triatleta daba cuenta que todas habíamos intentado llegar en nuestro mejor momento. Yo, pequeña, pero con actitud, a las 7:44 estaba en la primera fila esperando escuchar mi bocina y salir a nadar con todo. Esos segundos pasaron lentos, se respiraba tensión, todas hacian sus ritos pre-competencia. 1,2 y 3 nos fuimos al agua, me sentía en un gran Cardumen! Éramos muchas intentado buscar una buena posición, la primera boya estaba a 800mts, intenté e intenté encontrar mi posición, pero luego entendí que todas teníamos un ritmo similar y no podría nadar sola.
El agua se agitaba cada vez más y seguí y seguí hasta que ya iba de regreso a la orilla del mar. La natación se pasó volando. Llegué a esa orilla y solo sentí un brazo que me sacó del agua! Usé los strippers y me fuí rauda a mi bolsa, saqué mis lentes y casco, entregué mi bolsa y me decía “el 16, el 16, el 16” que era el Rack de mi bici. Tomé mi bici y corrí muy rápido hasta salir de la T1. Ya en la bici , comencé a mirar mis watts…iba un poco excedida, pero todas iban rápido así que seguí hasta que comenzó la escalada. Muy cuidadosa y conservadora comencé a subir. La temida Col de Vence no era tan dura como la había imaginado. Ya llegando a la cima me di cuenta que había sido muy conservadora y me había demorado más de lo esperado!!! Las bajadas nunca han sido lo mío, intenté bajar lo más rápido que pude! Pero no ganaba posiciones , sino, todo lo contrario! Si bien, había entrenado las bajadas, aún me faltaba entrenamiento, la bajada se me hizo larga y tediosa, solo quería llegar y correr.
Llegando a la T2, comencé a focalizar la última prueba, el pedestrismo. Lo había entrenado mucho y muy disciplinada , quería correr como nunca. Dejé mi bici, tomé mi bolsa y me puse las zapatillas, era la hora de correr. Salí entera, con energía , salí a correr con el parcial que había planificado. Saliendo del parque cerrado se llenaba de túneles de personas gritando. Algunos leían mi nombre y me alentaban, a los lejos se escuchaba “vamos Chile”. Mi pololo, quién me acompañó me decía “Vamos Carlita” y ahí iba yo, volando los primeros 5k….luego se comenzó a sentir el calor intenso, el cansancio….ya no había barra y era solo concentrarse y mantener el objetivo arriba, ya los parciales no alentaban. Cómo buena deportista debía tomar decisiones. Aumenté mi ingesta de líquidos y empujé cada centímetro hacia la 1ra vuelta del trote. Ya reconocía en mi cuerpo que sería una carrera dura y que lo que había planificado en el trote no saldría. Pero estaba en el campeonato del Mundo y daría todo de mí! Primera vuelta lista, solo quedaba 1 más y la gran barra de todos ayudaba a que algunos kilómetros fueran más rápidos.
“Queda menos, falta poco, eres una mujer fuerte y valiente” esa frase me acompañó hasta la meta. La meta se veía lejana ! Me sentía exhausta! Crucé esa meta y recuerdo poco. Solo sé que en esas calles de Nice quedó lo mejor de mí. No hice la carrera que quería, pero lo dí todo. Mi primer mundial se quedará guardado en lo profundo. Y ahora qué? Vamos por más !!!!
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